MALDICIÓN
Tengo la maldita costumbre
de guardar en los bolsillos
algunos poemas desvalidos.
Digo, por ejemplo,
un poema-casa, derruído,
con el techo a punto del derrumbe
y un piso que se hunde sin remedio.
Un poema-maquinaria, antiguo,
herido de herrumbres y abandono,
con rulemanes y resortes desguazados.
Un poema-animal en fuga,
harapiento cuero desgarrado
y patas mordidas por las trampas.
Un poema-humano callejero,
hambriento, mendicante, remendado
o un poema-nonato detenido
en la punta cobarde de la lengua.
Cada tanto recupero alguno
e intento, en vano, restaurarlo.
© Daniel Tomás
Quintana
Bendita maldición tu poesía como un magma verbal siempre presta y efervescente. Abrazo grande compañero! Alfredo Lemon
ResponderEliminarGracias Alfredo por tu generosidad
EliminarAdhiero a las palabras de Alfredo Lemon.
ResponderEliminarBello tu poema! Abrazo.
Tere Vaccaro.
Gracias Tere querida!
EliminarBello poema!
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