Odisea
Dos mil
flores al crochet
tiene el
vestido de novia de mi madre.
Nunca las
conté, pero le creo.
Con los
hilos
que otros
apartan por las noches,
ella,
durante el día, teje todos mis abrigos.
Mi madre es
una Penélope
que nada
aguarda,
sólo una
hebra en sus manos
al amanecer
para continuar.
© Paula Novoa
Paula:
ResponderEliminarHola! Muy hermoso tu poema. Me conmovió mucho! Te felicito! A seguir tejiendo las palabras con esa dulzura increible.
Cariños
Me encanta este poema!!
ResponderEliminarGracias, Ivana! Gracias, Mel! recién veo estos comentarios. Un abrazo inmenso a las dos!
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