Tormenta de primavera
Estamos separados y los truenos
suenan solo para mí.
La lluvia es una larga
espera,
el cuchillo de oro,
el gran corte final.
Porque estamos separados
los relámpagos me asustan,
los ojos se me empañan,
las puertas las ventanas tiemblan
y no puedo pedirte
que me abraces.
Estamos separados y el cuchillo
se enamora de mi pelo,
de mi cuello de mis manos,
del lunar de mi sexo.
En mis yemas es dulce,
es sabroso,
semejante a tu miembro
firme
merodeando mi boca.
Metal luminoso,
acero caliente,
filo que me deja sangrando
de amor y de truenos.
Un rayo se queda a mis pies
y se conmueve,
húmedas las sábanas quemadas
porque estoy sola
y estamos separados.
© Silvia Rodríguez
Ares
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