A LLORAR AL PATIO
II
Cuando dejaron de transitar
por las calles de Rosario
los tranvías, de un día para otro
nos decían adiós / y yo tan niña
yo, que me contaba cuentos
que ponía chapitas en las vías,
que escupía desde la terraza
mientras esperaba a la cigüeña
que traería un bebé en su pico
yo, que no había realizado tantos viajes
perdí el tranvía de la calle, perdí mi
juguete
la mirada del eventual pasajero
el cabeceo y el chirrido en la frenada
el olor a madera
y yo tan niñita, tan sola
y sin ruido
Ahora, que me río de los que escalan sin
esfuerzo
sogas anudadas
por los caminos que conducen al infierno,
en esta frenada
siento que soy una chapita a la que le pasó
el tranvía por encima
y quiero dar un abrazo
hasta que no duela.
© Noemí Correa Olivé
Noemí: totalmente emotivo, y muy buenas imágenes, abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Susi, abrazo grande!!
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