del tendal al amor ¡oh destrozada!
¿qué musiquilla mana tus sórdidos “ahora”,
tus “después” sorprendibles de tanto
agotamiento?
¡oh, musiquilla! Y tú, que no has
aprendido
ni cómo hacer las papas en cabañil de las
tías,
ahora que las tías casi no cantan y casi no
recuerdan,
y cuando recuerdan, recuerdan mal.
Ahora que mamá hace años que no roza sus
dedos con el piano...
ni siquiera una canción española bien de
cuna, bien entera,
sólo pedazos de letrita en la memoria,
pedazos que no alcanzan para poder llevar
por entero
esas cosas que duelen en el alma,
que duelen de no poder llevarlas por
entero.
¡Ah, ese idioma, musiquilla! ese idioma que
me llegó primero
y cómo duele su belleza adentro mío,
cómo se me abre aquello tan profundo como
mamá y el piano,
como mamá y quererla, oh, destrozada!
© Claudia Bakún
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