Solo de poetas
A Rafael Courtoisie
Huérfanos,
un coro en do,
re, mí, yo
multiplicado,
disonante en plural.
Al menos un alma es triste
y desliza una plegaria al sol,
todos reímos como
hermanos perdidos
de sarcasmo en orfanato.
Es un instante y solo reímos,
también está el silencio
que busca efervescente
la palabra justa.
Más tarde alguien lee
la palma de una mano:
«a punto de iniciar el viaje»,
dice, pero la mano piensa.
Es ciega la fe, siempre
ante el oráculo —así parece—
pero al fin nadie
conoce el destino.
© Carolina Zamudio
¡Buenísino!
ResponderEliminarCarlos Morteo