A una
manzana
Dorada al
centro
excedente y
sanguínea
su ácida
pulpa
precipita
cristales
Un solo
tajo
descubre
sus pudores,
sus
semillas
lágrimas
oscuras.
Dorada al
centro
aguarda.
El cuchillo
la penetra
y queda
expuesta.
Herida
contra herida,
la boca
como una
sentencia.
© Beatriz Minichillo
Beatriz, qué lindo poema!! Hermosas imágenes, un ritmo perfecto, hacen que el lector experimente las sensaciones de la manzana en el acto de ser herida.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Juany Rojas
Muchas gracias Juany!!!
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