A POCOS PASOS
aquí no hay nadie.
algunos asesinos tomaron el espejo y
perfuman el aire
sin embargo, no hay nadie en esta multitud.
la poesía me duele en todo el cuerpo,
cuelga en esas vidrieras como una baratija.
una y otra vez se astilla en tantos ojos
cerrados,
tiembla,
y en el último aliento
intenta un ruego entre el gentío.
alguna vez encendió la hermosura en la casa
de la ausencia
en el umbral susurraba un sonido a lluvia
que hacía bello lo imposible
y a pocos pasos de la feroz distancia
el amor era centinela del pequeño jardín
pero ya no se refugian allí las caricias y
los lápices,
ni el olor de los cuadernos nuevos,
ni las piedritas preciosas del retorno.
ahora sólo hay hilos invisibles,
sin nombre y sin memoria
que aprisionan las manos hasta ahorcarlas.
© Ana Gervasio
Qué maravillosa tu poesía, Ana. Me conmueve, me invita a quedarme un rato, un largo rato. Abrazo.
ResponderEliminarVerdaderamente tu poesía llega en su profundidad con nostalgia de otro reino, algo que perdimos y nos cuesta admitir por tanta herida alrededor. "El amor era centinela del pequeño jardín" Hermoso. Gracias Ana. Alfredo Lemon
ResponderEliminarAndre, corazón pura poesía, gracias 💜
ResponderEliminarQuerido Alfredo, tus comentarios son un amparo para mí. Muchas gracias ❣️
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