0RACION
Tú sabes. Sabes del alto grito,
de la pequeña muerte repetida.
Sabes palabras grandes
y sonidos apenas musitados,
y sabes de la turba que hace voces
dentro de mi cuando no digo nada.
Sabes del pájaro blanco
que alguna vez habitó en mi frente
y también de la forma
que aún no he alcanzado.
Sabes de mis jornadas
-los tránsitos, los soles, los eclipses-
y el miedo, siempre el miedo.
Sabes de los días en que mi sangre
se quemó como incienso
en altares prestados,
y de todas las vestiduras amargas
que cubrieron mi verdad recién nacida.
Sabes que muchas veces
llagas de cal viva estallan debajo de mi
piel,
y que otras muchas
quisiera abrir mi garganta
y respirar hasta el hartazgo
el aire luminoso de éste,
mi territorio arduamente conquistado.
Y te encuentro cada vez,
quizás más lejos cuanto más me acerco,
quizás más cerca cuanto más me alejo.
Pero tú sabes.
Porque con tanta noche
escribiste ni día,
con tanta oscuridad
hiciste mi luz,
con tanta flor marchita
tejiste finalmente mi corona.
© Teresa Gómez
Un rezo íntimo muy significativo...Alfredo Lemon
ResponderEliminar
ResponderEliminarGracias por tu publicacion, querido Gus! Un abrazo
Teresa Gomez
ResponderEliminarGracias por tu publicacion, querido Gus!
Teresa Gomez
Qué hermoso Teresa! Gracias por compartir y hablar de oscuridad pero también de luz. Silvia Durruty
ResponderEliminarMuy bueno su ritmo,sincero su contendio,balla su forma: leerlo es un gozo.
ResponderEliminar