BALDÍOS
Había
paredes sin revoque y grandes ventanales en
la casa de
la poesía
altas
paredes pintadas a la cal
cortinas
amarillas y rojas en las ventanas
algún
espejo en un rincón
las
cortinas se movían al fondo del cristal
los
cristales sonaban adentro de los pájaros
muchos
querían llegar a aquella casa, compraban mapas,
discutían
las rutas,
peregrinaban
hasta el lugar y se agolpaban en la puerta
desollada
por los aguaceros
adentro
unas mantas
dobladas por dedos delicados
un jarro de
aluminio, unas ollas, un atado de velas,
y una mesa
muy larga de madera
las sombras
se revolvían en el cansancio de algún catre
jugaban a
esconderse las palabras furtivas
y afuera,
en los ramajes, crecían silencios inconclusos
muchos
querían entrar allí,
nadie les
había dicho que en la casa de la poesía
no vive la
poesía
era un
peregrinar constante,
compraban
mapas, discutían las rutas.
© Jorge Boccanera
muy bueno Jorge! me identifico con aquel Sur mío de Lanús, pooemazo. SEBasTIAN JORGI. Un abrazo
ResponderEliminarExcelso! Alto poema, palabra extrema. Saludo afectuoso desde Córdoba, Alfredo Lemon
ResponderEliminartu poema descubre la ruta...Bello...
ResponderEliminarBuenísimo! Gracias
ResponderEliminarElena Zitelli
Maestro!!!Qué bien elegiste la imagen que lo acompaña!!!Yo quiero llegar allí!Graciela Corrao
ResponderEliminarBellísimo poema!!
ResponderEliminarAsí es. A esa casa solo la pueden conquistar poemas como éste, por mi parte me conformo con recorrer el sendero de estos versos, mil gracias!
ResponderEliminarSiempre tu lluvia de la memoria tu delicada poesía de las imágenes la vida en movimiento querido Jorge Boccanera
ResponderEliminar"...en la casa de la poesía/ no vive la poesía" Intrigante poema y maestría en la descripción.
ResponderEliminarAfuera, los silencios. Dentro de la casa, el misterio que arropa la palabra. Bellísimo poema. Felicitaciones, poeta! Con abrazo desde Mar del Plata.
ResponderEliminar