HUMITA
Que sea cierto él,
ahora sin sus
días,
cuando se destape la olla
y recordés que le huía
el alma
como un vapor inasible a
tu vida.
Si cae una lágrima, abuela,
digamos que fue por la
cebolla picada.
No vuelve de este presente nuestro país,
hace siglos lo esperamos
para poder presumir que ya tuvimos futuro….
El pimiento colorado y el ají
molido
enfurecen la
lengua
de esta familia sin
idioma
dentro de un continente gritando su razón
desde un
plato vacío:
_ “tráigame mijo el choclo blanco
Pero América traga en el pimentón
el color de su raza violentada.
El pueblo la busca en sus mujeres;
un poquito de albahaca,
en el centro pongalé queso de
cabra;
y buscamos en las afueras,
en el patio, en la
fábrica,
pero el
abuelo ya no estaba.
Que sea cierto él presente (horas sin sus
días)
cuando coma nuestra gente del
maíz capia
hambre por el otro, humita en chala,
que hay un lugar vacío en nuestra mesa
y en él entramos
todos.
© Dardo Solórzano
Dardo trato de mantener lo más que puedo la estructuración de tus poemas, abz enorme.
ResponderEliminarGus querido! Si, entiendo que se complica por mi forma de desplegar los versos "erráticamente" sobre la hoja. Igual agradezco infinitamente tu consideración!! Un gran abrazo y muchas gracias!!
EliminarDigamos que es la cebolla la que provoca la lágrima y sigamos escribiendo Muy bueno Dardo!
ResponderEliminarMuchas gracias Gloria!!
ResponderEliminarsentí los olores y los dolores. Comparto. Me gustó mucho.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Vale!! 😁
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