Petición
para que el tiempo se detenga
Trasluz de
congoja ilumina un descenso apagado
cuya
canción escucho entre los hilos de la tarde.
No me
dejes, amiga, ¡no me dejes!
Empedernido
a veces, a tu lado reía,
rubio
merodeador del gozo.
Te lo pido
de nuevo: ¡no te vayas!
Después me
transformé en fuego atardecido
que ardía
cerca.
No apagues
esa llama: ¡no la apagues!
Y amé a tu
influjo el vino, el pan y las mentiras
pequeñas y
amistosas,
enlazadas
al abandono.
Resabios de
tu albor me llevan otra vez a donde
duermen
romanzas y doncellas:
mi amiga,
mi alma: ¡quédate conmigo!
Y bebí en
tu cintura que es un cántaro frágil
bajo el día
celeste.
No me
mires; tan sólo yo te miro.
Ansiosamente
respiraba como un joven
en cerrazón
de sortilegios:
no te
alejes amor, aún no lo hagas.
A tu lado
maduré una ternura altiva
muy próxima
al quebranto,
desliz
entre rumores aturdidos.
Hoy puedo
recordarme, despojado, doliente,
sin ojos,
sin caricias:
deja al
menos tu pelo entre mis manos.
Quejumbre y
cantinela, apenas pasos
de un numen
que se interna en la espesura,
a buscar el
olvido en que tu frente aguarda.
© Fernando Sánchez Zinny
Nostálgico y musical. Conmueve. Alfredo Lemon
ResponderEliminar"
ResponderEliminarY amé a tu influjo el vino, el pan y las mentiras".
Bello poema
Sí me conmovió la historia.
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Borgogno
Bello y melancolico poema Fernando!!!!
ResponderEliminarFernando... Tu poema no solo es bellísimo, qué imágenes, qué latido álmico. Me atraviesa entera con lo que vas expresando. Te siento , amigo, con esa tristeza de lo que se va.... Te sienro en ese "Hoy puedo recordarme, depojado, doliente,/ sin ojos ni caricias... centinela...
ResponderEliminarAbrazo grande grande . Cecilia Glanzmann
El amor ,la pérdida y eldolor del olvido. Bello poema.
ResponderEliminarExcelente.me encantó.
ResponderEliminarSaludos
Anahi Duzevich Bezoz