Anhelo ser una suerte de engorro.
Esquirla, nudo, tropiezo,
Desbaratamiento de copas festivas, orín de las puertas.
Me veo cada vez más ronco e inaudible.
He barruntado un rezo obsceno
Frente a un templo intolerante.
Mis despojos persigan y enardezcan.
Que sospechen haberme oído
Previo al crepúsculo.
© Carlos Alberto Roldán
Un poemazo!
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
Es que, usted, Elisa, es una amigaza...
ResponderEliminarMuy bueno, Carlos!
ResponderEliminarEstimado poeta, comparto esa voz afónica tuyo y me nace creer que es la voz de todos los poetas de este tiempo de dudas y ausencias, como me gustéo el tono general de este poema, estimado Carlos.
ResponderEliminarWalter Mondragón