AUSENCIA
DEL VÉRTICE
A mi madre,
María Esther Olivé de Correa
I
La luna
recorta con obsidiana un pedazo de cielo
orgasma su
ficción de redondez
en
filigranas de plata
es uña que
penetra lo íntimo
de una
noche
que huele a
náufragos
II
Fue un
desamparo
caminar la
rareza de un adagio
en soledad
este
corazón extrema su galope
al pensarte
otoñando
entre alelíes
una palabra
no dicha
no pensada
aguarda su
entelequia
de parir tu
exilio
en versos
que te nombren
III
Heridas que
no cierran
son
caligrafías
de cantos
enhebrados a la hora de la siesta,
lo sutil de
un aleteo persiste
entre las
plantas que rodean la casa
y entendí
por qué sueño cada tanto
que entre
tus manos
vuelan
mariposas.
IV
Los que te
amamos
sacudimos a
Dios desde
extraños
parajes
Esta poesía
áspera
ofrenda ágata en bruto
escarba
implacable
en los
tatuajes
de la
nostalgia.
© Noemí Correa Olivé
Un poema cargado de nostalgia, recuerdos que no siempre son lindos. Aún así, la ofrenda, el amor.
ResponderEliminarHermoso!
Muchísimas gracias, Belkys!!
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