Me
despido de tus ausencias
Camino por
tus ruinas,
me remonto
a tu imagen
cuando las
paredes absorbían vida,
los muebles
relucían de arrumacos,
la cocina
olía a madre, la leche el sabor de tus manos,
el pan a
bendición de padre,
el comedor
cargado de novelas.
En un
rincón la ternura se acuesta
sobre los
tejidos, bordados en cruz
y una lata
de hilos.
En las
habitaciones huellas de saltos en
colchones,
casitas con
sillas, juegos de cartas y peleas.
Me voy
al fondo, veo el tobogán rojo,
el jardín
enredado, el galpón misterioso.
Vuelvo a
ti, a tu sala,
en la
biblioteca, la emoción saborea nuestros oídos.
Hoy llegó
tu final, se desvanecieron tus colores,
epitafios
de sonrisas escarchan tu corazón.
El vacío
deshilachó tu existir
ahogó la
infancia,
derramó
plegarias y borró mi presencia.
Envejecida
la ausencia se empapo en mi piel,
se sumergió
en lo más hondo de mis entrañas,
quedó allí,
internalizada, inmortal.
© Margarita Soto Frossard
Un repaso de ese lugar que cobijó su vida- Todo se ha desvanecido, lo atesoró en su alma.
ResponderEliminarLa memoria y el poema inmortalizando todo.⚘
ResponderEliminarMuchas gracias poetas... Muchas gracias Gustavo!!!!
ResponderEliminarHermoso poema evocatorio...
ResponderEliminarMaravilla!!!
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