Condorí y
el Cordero
A sol encelando un pétalo huele
su ser de 12 años en los cerros de Anfama.
María
Condorí tuvo otra visión
que no le
sale por la boca
más que
para contarle a su hermanito callado.
_“Al
cordero le cortan el cogote
y cae la
tarde de su sangre…”_.
Le da asco
a los grandes lo extraño,
los pasos
del ánima en el rancho,
el caballo
desbarrancado que falseó la huella,
el abuelo
que la vive abusando.
_“Agua cae
del precipicio relinchando”_ cuenta
que morirá
el toro cuando llegue la helada.
Rechinar de dientes ensangrentados
del cuchillo zapallero en la fría siesta,
y en la
noche del difunto balando
saber de
niña que será la curandera
mientras le habla al cordero que sangra callado…
© Dardo Solórzano
Poema de extremada sabiduría. Muy bueno! Alfredo Lemon
ResponderEliminarMuchas gracias estimado Alfredo!!
EliminarFuerte, hondo, Dardo querido!!! Estela Porta.
ResponderEliminarMuchas gracias Estela querida!!
EliminarTremendo, Dardo!! Aplausos!
ResponderEliminarBesosss
Muchas gracias Mónica!!
EliminarTremendo, profundo, el dolor trasunta y se hace visible. Gracias
EliminarMuchas gracias por leer
EliminarCruelmente real y hermoso!
ResponderEliminarMuchas gracias Susana!!
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