Onir
La soñaba
persiguiendo mariposas inquietas entre los árboles del bosque, con el sol
resplandeciendo en su morena piel. Alegre corría para llegar a sus brazos y
rodar fundidos sobre la suave hierba. Lentas corrían las horas de aquella tarde
gris. Al abrir los ojos, sólo quedaba la añoranza de su boca tibia y
dulce.
Ella repasó
lo escrito. Silencio gélido. Y arrojó la página al cesto.
© Lorena Brito
Siempre agradecida Gus!
ResponderEliminarUna bellísima ilustración para un bello sueño.
ResponderEliminarMuchas gracias Pauli!
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