Presento la
renuncia indeclinable a la no poesía, al estado inerme, inerte de los opuestos.
A la fuga salvaje de las letras que no dicen ni cambian nada. Al suelo cielo
que se me va mientras veo injusticias y dolores ajenos y propios. La espera y
la fe visten de largo para ser llamadas a la fiesta. Renuncio a ir con la
corriente. A pesar de su caudal. Renuncio a ser como los que dañan u ofenden
aunque conserven el sol en su casa. Venga, me quedo en la oscuridad. Me quedo
con mi renuncia firmada. Me quedo con mi resistencia ilusa. Aunque me
vaya.
© Cristian Jesús Gentile
Determinante! Me gusta!
ResponderEliminarUna prosa poética con buenas imágenes, me gustó mucho.
ResponderEliminarAbrazos, Cristian.
Gracias de corazón por las palabras que acompañan y alientan mi poesía, mis sueños... gracias Adela, Susana, a toda la bella gente del blog y a Gustavo por supuesto.
ResponderEliminarLos quiero, abrazo grande.