A
MAMÁ
En el lazo de la vida
fuiste el remanso
de mi niñez.
Compañera cotidiana,
presencia!
Tu andar silencioso
moraba
nuestro hogar
iluminándolo.
Te recuerdo
observadora y pensativa
navegando
el ancho mar…
mientras nada detenía
el tejido
que, día a día, florecía
desde tus manos.
Calladamente
guardaste tus dolores
ofreciéndonos,
mansa,
tu silencio antiguo
y tu presente,
pleno de aromas y sosiego de siestas.
Y, calladamente
también
te fuiste un día
dejando esta horfandad
ay!
y la casa vacía de sentido.
© Patricia Alonso
PRECIOSO POEMA PATRICIA
ResponderEliminarHERMOSO RECORDARLA ASÍ
Una madre, todas las madres. Abrazo
ResponderEliminarUna hermosura!!
ResponderEliminarRecrea la meternidad👏👏👏
ResponderEliminarTan real que como dice Serrat, llegamos a viejos siendo huérfanos. Me gusta la manera en que está descripto ese sentimiento.
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