VELORIO
Orillar los
territorios
de la
muerte.
Desgajar
sus ritos,
desentrañar
sus modos,
rozar su
frente helada
por un
instante.
La desdicha
enroscada
en un
rincón.
Una mujer
desbocada
llora
lágrimas
de animal
acorralado.
Ropas
negras
cubren
desnudeces,
coronas de
flores
exhiben su
impudicia
y el muerto
sonríe
en una caja
sabiendo que es historia.
© Daniel Tomás Quintana
Epa!! Escribidor, que bbeleza !!
ResponderEliminardurísimo, copia fiel de la realidad con su gran toque de belleza y sensibilidad. susana zazzetti.
ResponderEliminarAsí es compañero empalabrado! Muy bien escrito! Pasamos como plumas, como naves, como sombras! Te abrazo grande!👍 Alfredo Lemon
ResponderEliminarMe encantó. ABRAZOS
ResponderEliminarAsí, tal cual. Como siempre diciendo con las palabras certeras lo mas duro y transformarlo en Poesía. Gracias Daniel
ResponderEliminareste tiempo de guerra, sorprende, nos deja mudos, pero nos invita a pensar y discernir. Excelente poema poeta!!
ResponderEliminarTan vívido, (paradójicamente) un tema de todos los tiempos pero hoy tan superador. Felicitaciones! Saludos
ResponderEliminarLa paradoja de la muerte y el rito necesario, tan necesario para los vivos.Dolor y ausencia y al otro lado, no sabemos.
ResponderEliminarUn abrazo
Juany Rojas
Gracias a todos por la lectura y los comentarios!
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