Cada ver
a Walter Adett
En lo
separado para siempre
algarabía.
La muerta,
la primera mujer
alumbrada-deslumbrada:
ojos de
vidrio.
¿Cómo puede
el vidrio soportar?
La
historia. Esa.
Las pisadas
inscriptas. Acosada
la grave
lengua ronca.
¿Cómo puede
el vidrio?
Ese fulgor,
irrumpiendo-
interrumpiendo.
(Tengo sed)
Y la muerta
se mecía
pálida,
muda
en la
cocina.
La grave
lengua ronca hiere seca.
¿Y si
cayera por sus ojos
feroz metástasis la sed?
© Susana Szwarc
ResponderEliminarEste es el tiempo de la sed.
Gracias por el coraje y la lucidez,
Susana Szwarc.
Y más no hay
No