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23/6/21

Poema de Mariana Finochietto

 


 

Algunas tardes,

con la lejana parsimonia de quien toma té,

yo preparo el ritual de la alegría,

porque creo en los hábitos sencillos

como esos que se arman sobre los manteles blancos de la abuela

y las huellas de amor que el almidón conserva entre los pliegues.

Es necesario conservar un protocolo

que nos devuelva puros

a la orilla de los jardines mansos de la infancia

y su certeza de prolijo pasto inglés

para decir que es tiempo

de reclamar los frutos que sembramos.

y que no duela

haber perdido tanto y ser tan poco.

 

© Mariana Finochietto

2 comentarios:

  1. Desde un ritual nacido en la alegría, tu poema nos convida una reflexión luminosa y profunda: "y que no duela haber perdido tanto y ser tan poco". Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba

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  2. poema sumamente sentido. adhiero y me siento invitada. susana zazzetti

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