Las horas
giran como ruedas milenarias,
Cuando dejó
de respirar la infancia?
Donde esta
mi madre como una rosa tibia
hilando los
sabores de los mediodías blancos?
Y aquella
rebelión de los 70!
Y tu paso
ligero, adolescente y mi cintura mínima?
Las horas
giran
como ruedas
milenarias
aun y a
pesar de las eternidades
que nos
pesan en los hombros
giran,
siguen girando...
© Beatriz Arias
Giran todo sigue girando. Final contundente Bravo
ResponderEliminarEs el tiempo que pasa. Las imágenes quedan.
ResponderEliminarLindo!
Bello en su circularidad inevitable. GRACIAS, BEATRIZ!
ResponderEliminarTremendo poema, querida Beatriz.
ResponderEliminarQué bueno leerte!