CON LOS
ZAPATOS METIDOS EN EL AGUA
con los
zapatos metidos en el agua
y el alma
salpicada
camina la
mujer a contramano
derrapa su
niñez
en la ronca
voz de Barbazul
que le
dibuja esperpentos
soles
violáceos
muñequitas
de pan y un cuchillo de plata
los
charcos la sumergen
desangra la
vida en su entrepierna
cuando asoma
la intemperie
camina
corre estalla
un lobo
un
dromedario
un
unicornio
Arión
mezclando las palabras
anudan sus
pies
esparcen
sus estrellas en el lodo
en una
tarde de lluvia
en una
lluvia
cabe una
mujer con su desesperanza
© Fernanda Agüero
Qué bello poema mojado por una lluvia necesaria y sanadora,querida Fernanda!
ResponderEliminarSusana Giraudo
Precioso, Fer! En una lluvia cabe, siempre, una mujer. Abrazo
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