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14/5/21

Poema de Darío Oliva

 


Rosa negra


Verla como si perdiera

con el día vigor y altura,

y destejiera en su pupila

el color bermejo

de la primera herida;


y comprender lo semejante

de su sangre y la mía

cuando comprime,

en su corazón sin jaulas,

el canto silencioso del rocío

y el poema del que beben

                nuestros cuerpos;


y que la vida repone a las cenizas

           luz de sombra

           en el útero terroso

donde su raíz todavía trepa

las rejas del insomnio,

y la sueño abrasada

               al sexo del agua

               donde se marchita

               y revive al mismo tiempo.


Y no tener palabras

para darle a la muerte otro reposo.

 

© Darío Oliva

3 comentarios:

  1. Muy bello " y no tener palabras para darle a la muerte otro reposo"❣

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  2. Excelente poesía la de Aldo Oliva.... siempre.... una excelencia!!!

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  3. Muy bueno, Dario y ese final, genial. Gracias

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