“Mi amado
es para mí una bolsita de mirra que descansa entre mis pechos.”
Cantar de los cantares 1, 13
Es domingo
todos los
vestidos están guardados
y no queda
otra cosa
mas que lo
desnudo.
Liviana
la hora se
aproxima
sin otro
ropaje
que el
regreso.
© Claudia Vazquez
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