Balalaika
dulce
balalaika
nunca nunca
dejes de sonar
bailaremos
sobre el suelo blanco
y la nieve
se derretirá
Llegue y
humedezca, acaricie
el cuerpo
frágil de niño
agua
sanadora
a sus pies
el padre
lava cada
centímetro
recorre
dedos
tobillo planta
milímetro a
milímetro
lábil
maravilla
bañada por
las termas
llegue
llegue y
fortalezca
ese cuerpo
nuevo
todo
voluntad de estreno
su padre a
los pies lo sepa
protector y
protegido sea
paciente en
la corriente
llegue,
llegue y por un rato haya
agua mansa,
abierta.
© Andi Nachon
Me encanta el tono del poema, gracias
ResponderEliminartan calmo como el agua. Bello.
ResponderEliminarUn abrazo Graciela Barbero