Las hermosas
Hubo un
tiempo en que fui hermoso
fui libre
de verdad
Charly
García
Libre no sé
era
difícil.
Pero
hermosa sí
porque era
hermosa la infancia
en el
departamento de Mataderos
con ese
patio de forma rara
de trapecio
creo
donde ella
y yo
inventábamos
la vida
en el
vaivén de la hamaca de madera.
Era hermosa
ella
con su
vestidito fruncido
y su moño
en la espalda.
Quién
hubiera dicho entonces que…
Era hermosa
yo
la mayor
la que le
contaba historias
y le robaba
muñecas.
Pero el
tiempo
con su mano
de hierro
socava los
rostros más bellos.
Ya no somos
las
hermosas que se hamacaban frente a frente.
Se nos han endurecido
los ojos y
las palabras.
Hoy
llevamos como un estigma
esta
fealdad de no querernos.
¿Dónde se
corta el hilo
que enlaza
corazones?
¿Por qué
somos a veces
los espejos
deformados de los otros?
¿Cuándo
perdimos
la
costumbre de encontrarnos?
A otros los
arrebata la muerte
a nosotras,
solo sombras sin contorno.
© Ana María Oddo
me duele tu poema como su tremenda belleza. un cuadro de costumbre con ternura, ana.susana zazzetti
ResponderEliminarMuy sentido poema sobre la realidad amarga de los vínculos. Gracias. Claudia Bakún
ResponderEliminarBello e intenso poema!!
ResponderEliminarGracias, queridas poetas!
ResponderEliminarLas palabras se encuentran con perlas de dolor y preguntas que la vida en su transcurrir deja sin respuestas. Un dejo de profundo fatalismo le sirve de broche.
ResponderEliminarSusana Giraudo
Hermoso.poema me identifico en el dolor del desencuentro entre mis hermanos y yo en la edad adulta. Me emocionó
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl hilo que enlaza corazones ...bello poema, Ana! Abrazo
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