IX (No)
Pude
haber amarrado
tus suelas
al umbral
para que
ese instante
de
acercarte
fuera eterno
pero no
hubieran
quedado
tus zapatos
nadie más
podría
llegar a mi
puerta
ni yo
desearlo.
La
escritura es un trasporte al alma del otro a quien se trata de convencer.
© María Lanese
La imagen acrecienta este poema completo de umbral imposible y maravilloso. Muchas gracias, poeta y poeta difusor
ResponderEliminarHermoso!!!! Me quedé un rato en él. Gracias.
ResponderEliminarMaría, la riqueza de este texto es justamente ese lenguaje acotado, mínimo, que abarca un todo inconmensurable, la soledad o en tal caso la certitud de no poder, en los dos últimos versos: "ni yo/ desearlo". Bellísimamente expresado
ResponderEliminarVilma Sastre
Impecable.
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