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13/3/21

Texto de Osvaldo Burgos

 


EL SOLDADITO


“Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel, tu hermano? Y él respondió: No sé; ¿soy yo guarda de mi hermano?

(Génesis, 4:9)

 

En hebreo, querer y pensar, se piensan -y se quieren- con la misma y única palabra.

“Cuando sea grande voy a ser albañil, para levantar casas en las que no entre el frío” decía el niño; actuando así la lengua que, dicen, fue la lengua de dios.

En las casas de chapa el frío abrasa por dentro. Y quema.

 

Tanto en el libro / como en los pasillos / el árbol del saber / es también / el árbol de la muerte.

 

No hacen falta albañiles para levantar ruinas, y el niño lo sabría pronto. En la lengua que, dicen, fue la lengua de dios, solo el temor es sabio.

Con cada sacrificio que en el aliento exige, el frío se lleva el alma.

Y el precio que se paga para no irse con ella, es el de dejarla ir.

© Osvaldo Burgos

6 comentarios:

  1. Gracias, Flora querida! Abrazo grande. Osvaldo

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  2. Maravilloso poema que horada con su cruda belleza. Gracias

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  3. Ay Osvaldo! Con cada sacrificio ..el viento se lleva el alma. Siempre ahi, abriéndonos los ojos ante el dolor. Gracias

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  4. Gracias a ustedes, por la lectura y por los comentarios. Abrazo a cada una.

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