Un hombre
callado rumia
mientras la
sangre corre por sus venas
y el
subterráneo debajo de sus pies
apresura su
pensamiento,
bebe su
vino, busca
la morada
dispuesta para el
aquella que
no le pida nada
Un hombre
callado mira el atardecer
ladea se
cabeza y piensa
la palabra
que aun no ha pronunciado,
esa que se
desmenuza en su boca
y pasea los
enredos del pasado
© Silvia Mazar
¡Bello!
ResponderEliminarMuy bueno! Un abrazo
ResponderEliminarGraciela Barbero