El milagro
de la comunidad
Lavo el
piso en cuclillas. Paso el trapo mojado.
Trazo mi
camino humilde.
Afuera
sucede el milagro de la comunidad:
un coro de
niños canta, los hombres cortan trigo,
las mujeres
se bañan en el río.
Me arqueo
contra el espejo, la soledad excita.
Pronto se
derrumbará esta casa y la hierba
cubrirá las
ruinas.
Mi hombre
huyó ante el peligro.
En la
poesía encuentro la oración para soportar
cada corte abrupto.
© Natalia Litvinova
Foto: Francesca
Woodman (Enviada por la autora del poema)
Muy bello!
ResponderEliminarEs un poema precioso. Parece venido de otro tiempo. Me encantó. Un abrazo. Adriana "Dirbi" Maggio.
ResponderEliminarde una belleza íntima, rara, profunda. susana zazzetti.
ResponderEliminarprecioso!
ResponderEliminarprecioso!
ResponderEliminarUnas cuantas pinceladas dibujan el milagro y el refugio en tu poesía. Justa también la fotografía. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarMe estremece esa sentencia al derrumbe.
ResponderEliminarAlgo acecha los milagros.
Tu poesía siempre nos fecunda
Abrazos
Claudia
Que lujo leerte!!
ResponderEliminarEs hermoso, mi vida.
ResponderEliminarEn la poesía encuentro la oración para soportar... decís. Es poesía en carne viva lo tuyo, querida Natalia. Me mostrás las llagas de tu paisaje y cómo tratás de curarlas. Gracias, gracias.
ResponderEliminarSandra Pien
Me encantó! 👏👏👏👏
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