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12/3/21

Poema de Isabel Llorca Bosco

 


EL Muelle 

                                         

Siempre voy escuchando                                      

los pasos que no di.                                     

Eduardo Jorge Bosco.  OBRAS.                                                   

Buenos Aires, El ÁngelGulab,1952                            

 

El campo de agua 

se interrumpe 

con un espantapájaros de peces, 

comedor o cementerio, 

más bien un esqueleto de madera 

donde los hombres matan el tiempo 

hasta sentir un cimbronazo 

y luchar brazo a boca 

con las aguas amarillas. 

Es un insecto gigante 

Con miles de patas con la pintura carcomida 

Entre los hombres está uno, cobarde o valeroso, 

con un alto sentido del honor en vida y respeto a la muerte. 

Hace su recorrido mental. Detrás 

están sus vacaciones de chico, cuando salía del mar tiritando. 

Sus primas rubias, la presencia de una novia. 

Es una noche de tempestad. Mirar el Plata lo marea. 

De nada vale su biblioteca del hall ni la que tiene en la cabeza. Es todavía un estudiante. 

Su conquista del mundo ha llegado hasta ahí. Ella es escandinava. 

La mujer otoñal de ojos azul oscuro 

no quiere casarse. Y no lo hará nunca. 

No se puede luchar con un Borges enamorado. 

Toda su admiración. Piensa en Lugones, Quiroga, Alfonsina, Virginea Woolf, de la edad de su madre tan querida. 

Tal vez en la estampa de Teresa que les dejará desteñida. 

Dicen que dura diez minutos. Los versos 

de Borges retumban y le dan fuerzas, pero encadenados con diversos “no” 

de los que no saben quererlo. 

Y regala de un golpe su respiración 

de treinta años, 

para no arrepentirse.

                               

©  Isabel Llorca Bosco

Imagen enviada por la autora del poema

2 comentarios:

  1. Un ramillete de metáforas! Vale!

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  2. muy original pintura de caracteres donde la poesia y los poetas dicen ¡presente! Abrazo grande! Teresa Gerez

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