HIJO CASUAL
DE LA SIESTA
Entre
muchedumbre y éxtasis
en el
espesor de la siesta
atrapado en
dentelladas pasea el pensamiento.
Intenta
salvar su pellejo en carroza de flores.
Espejo gris
convertido en trueno,
hijo casual
de la palabra, se confunde
en sueño y abandono dentro de una
imagen
borrosa acoplada a una luminosa
orfandad.
Es entonces
cuando calma y descuido
me llevan
a otra latitud.
La del silencio
© Irene Zava
millon de gracias Gus querido
ResponderEliminarQue precioso!! Me encantó!
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