UN NARANJAL
DE ARÁNDANOS
reescribís
las recetas
de tu madre
una copia
exacta de tus orígenes
entre lo
que deja ella como herencia
y tu
ventana donde el viento corre
como aquel
azul de los arándanos
que desde
la sombra del naranjo
van también
cayendo
y serán
pronto una infusión
ahí
escribís tus poemas
pensás en
esa historia ya pasada,
imaginás
una liebre corriendo
por nuestro
jardín
como un manantial de Mendoza
los arándanos preparados.
© Emilio Hernán Herrera
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