Desierto
con Pez y Árbol
… Este festina lente, esta alternancia de estupor, lucidez, de
descubrimiento y
extravío, de pasión y de acción, es el ritmo
del
estudio. Giorgio
Agamben, “Idea del estudio”
a Eugenia Rivara
C o b í j a
m e entretanto
bajo la S o
m b r a V e r d e
de tu L á m
p a r a;
levanta mi
tienda allí,
mi Nido
Tabernáculo,
para que el
Á r b o l crezca
–a u n
en m e d i o
del D e s i e r t o–
p a r e c i
d o a
u n a L u z.
¿Vos
podrías acaso sosegarte
entre las H
o j a s V e r d e s del Deseo,
cuando tu P
e z
de M i e l
se agita,
y –de
la N a d a–
a l l
í n o m á s
escribes
tu muda
O d a G r i s,
p a r e c i
d a a
u n a L u z?
Pues cada vez que
el S e r que
nos medita
se
transparenta azula entre
las Verdes
H o j a
s de
nuestro L i b r o
O b r
a Á r b o l H i j o,
algo más va
prendiendo
y a l l í
n o m á s
f l o r e c
e
– a u n
en m e d i o
del D e s i e r t o –
p a r e c i
d o a
u n a L u z.
© Elena Eyheremendy
Ay Elena, qué maravilla este poema, que como un Árbol crece, iluminándonos. Tu palabra que "florece en medio del desierto" nos deleita porque es "Obra Árbol Hijo", no es tenue sino intensa, entre las "Hojas Verdes del Deseo".
ResponderEliminarExcelente ¡Bravo!
Irene Marks
querida amiga poeta, cuánto te agradezco tu saludo. Me llena de alegría tu paLabra generosa. Abrazo fuerte. Elena S. Eyheremendy
EliminarAy Elena, qué maravilla este poema, que como un Árbol crece, iluminándonos. Tu palabra que "florece en medio del desierto" nos deleita porque es "Obra Árbol Hijo", no es tenue sino intensa, entre las "Hojas Verdes del Deseo".
ResponderEliminarExcelente ¡Bravo!
Irene Marks
Gracias Gustavo por publicar un poema mío. Impecable la.ilustración. Abrazo grande! Elena S. Eyheremendy
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