Páginas

26/3/21

Poema de Daniel Rafalovich

 


Salem 

 

Sonreía y su sonrisa

buscaba algún reparo.

(Quizás sepas

que sus manos de marfil

prohijaban una pócima blancuzca)

El espejo la arrullaba

en sueños sin hogueras

(Recuerdas: la espiral de los sueños

la caída infinita)

A veces canturreaba

en la hora de ensalmos

cuando las sombras

profanaban los rincones.

El imaginario de la aldea

colegía rituales o

con espantada mueca

paladeaba sus cópulas satánicas.

Ella, siempre, sonreía

y en su boca

la savia de mandrágora

estallaba en artificios seminales

que no cesa

 

© Daniel Rafalovich

4 comentarios:

  1. Impactante tu poema Daniel! Que lindo leerte por aquí y entrar el mundo que nos abres. Abrazos

    ResponderEliminar
  2. Bello poema, querido Daniel.
    Gracias por todas las brujas que fuimos, somos, seremos.
    Verónica M. Capellino

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Mariel y Vero

    ResponderEliminar