Turbulenta
descansa
desnuda en la playa
descansa al
lado de un lápiz
es una
mujer negra al atardecer de sus mareas
de su
cuerpo trepa un vaho de algas crecidas
de corales
atávicos y
un beso con
rostro de búho la recorre
le deja
rastros en
la espesura del vientre
senderos
submarinos que arañan la luz de sus pezones
si mueve la
boca
caracoles
si cierra
los ojos
arena
agrieta las
piernas
y pájaros
abre los
ojos
y espuma
es un
balbuceo de erizo
suplica y
estremece olas
gime horizontes
indudablemente
un farol se encenderá prematuro
colocará un
candado en el exceso de sus labios
y se irá de
rodillas
a apagarse
como un
musgo
porque
es una
mujer negra descansando desnuda con un lápiz
puede
nombrar la noche
y
escribirla
para
siempre como ella
turbulenta.
© Andrea Lípari
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