Páginas

19/2/21

Texto de Celina Feuerstein

 


El verano ya está calentando. Los cuerpos arden, y las piedras.

Yo ardo y vos ardés mientras el sol nos pega y

se ponen coloradas las mejillas. Un resplandor amarillo gigante

tiñe nuestras caras, nos bronceamos o

se quema la piel, no es lo mismo. La piel quemada me recuerda a los campos

de concentración, los hornos, todo eso que no es cálido ni

asociado a belleza veraniega. Los hornos

que incineraban cuerpos. Extraña suerte la de mi familia

paterna: abuelos, tíos, jamás vi sus rostros, se borraron

los rasgos. Solo una foto quedó. La hermanita de mi padre la

que llevaba mi nombre, hermosa. Blanquísima antes del fuego

¿cómo es posible? Hicieron de la blancura carbón,

mi pequeña tía, sus hoyuelos, cuerpos de roca negra

mis ancestros, solidificados, negrísimos huesos tristes.

¿Y el verano caliente, dónde quedó? Nuestros ojos entrecerrados,

nuestras caras chinas, el sol rebotando y volviendo

a elevarse, así son los astros, brillan

y brillan. El verano puede ser cálido y amable, vuelvo

a la sensación de nuestros cuerpos, al abrazo caminando

por la playita, lo que trajo el río, el muelle pequeño,

lo que el río se llevó.

 

© Celina Feuerstein

9 comentarios:

  1. Tremendo poema. El dolor permanece entre el sol y la playa. Muy bueno!

    ResponderEliminar
  2. Excelente. Con el dolor del recuerdo en la piel.

    ResponderEliminar
  3. Intenso tremendo y bello Poema
    flora levi

    ResponderEliminar
  4. Un poema estremecedor en donde la calidez y el horror se dan la mano: vidas incineradas recordadas en el amable sol de un día de playa. Gracias. Y abrazo, Inés Legarreta.

    ResponderEliminar
  5. Gracias a todes por los comentarios amorosos! 💜

    ResponderEliminar
  6. El dolor de lo injusto, lo horroroso, perdura por generaciones...
    Terrible y hermoso poema con su afuera de sol y eldiscurrir del pensamiento, el paisaje interno dolor...
    Verónica M. Capellino

    ResponderEliminar
  7. Intenso poema entre el calor y la memoria. y esos rostros que ni se han visto nunca, como una planta arrancada de cuajo. aBRAZO y publicá en Bellas Artes y Buenas letras los poemas que quieras con tu foto.Isabel Llorca Bosco.

    ResponderEliminar