UN ÚLTIMO LADRIDO
El mundo es mundo desde siempre
Lo tengo aprendido de memoria
Pero soy torpe
Tonta y testaruda
Y me acurruco en algún rincón
A llorar todas sus desgracias
Mis llantos no cambiaran al mundo
Ni al mío propio tal vez
Pero no es suficiente tan sólo
Con ver la triste lluvia errar
Sobre mi ventana entreabierta
Esta casa es enorme y oscura
Como mi corazón desamparado
El mundo afuera no es tan distinto
Si un niño en la india no tiene para comer
Si un hombre en el África se muere de sed
Si en América Latina los desaparecidos
nunca han de regresar
Si el mar ha de tragarse las inocentes
esperanzas
Y escupir sus huesos a las orillas y nada más
El mundo es mundo desde siempre
Me repito silenciosamente mientas tomo un
café
Un perro agoniza sobre mis faldas
Y la clemencia del mundo se duerme en su proceder
Un último ladrido al mundo
Y el mundo se muere con él.
© Amalia Clausts
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