Desobediencia/Nacimiento
de un mundo
Me dijeron
que en el
centro del mundo hay un hombre
y llegué
navegando reptil caminante de todas las formas posibles llegué
sacudí mis
tentáculos
plegué las
alitas
cerré bien
la boca para dejar dentro el fuego
y quedé
agazapada con todos mis ojos atentos
pero me
encontré sola
allí en
centro del mundo
donde no
había nada.
También me
dijeron
que en ese
mismo lugar hay un árbol:
que no hay
que comer de su fruto.
Que hay
otro.
Entonces
miré a mi costado
con un ligero
desgano dejé los libros que escribo sobre los libros que leo
tapé el
cajón de manzanas
destapé un
frasco de mi laboratorio de ciencias
bebí la
pócima más deliciosa
-una que se
hace con los gusanos que viven en las mejores manzanas-
y fui a
reírme a los cielos cubiertos de infierno
a los
infiernos que ríen en lo que parece cielo.
© Viviana Ayilef
Gran poema, sugestivo!
ResponderEliminarBesosss