OQUEDAD
Un columpio vacío
sigue meciéndose en mi memoria.
Reconstruyo el parque deshabitado.
El viento recorre los mismos árboles
un poco más viejos,
más cansados y grises.
Nada se oye en el recuerdo.
Tropiezo
con la misma piedra de la infancia.
© Tatik Carrión Ramos
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