Páginas

9/1/21

Poema de Laura García Del Castaño

 


 

La memoria edifica de noche

Recordé aquella vez en que mi padre estrelló contra la pared los anteojos de mi madre, recuerdo de mi abuela.

el cristal de nuestra calma, que ya había sido señalado en el inicio, crujió

como una rama alta de eucaliptus, que además de quebrarse, se vendrá a pique, dejará de verse a la distancia.

A los quince años mi padre atacó a mi madre, entonces, tomé el portarretrato de su madre y lo arrojé por la ventana, lo arrojé a la noche, a la boca de lobo.

Como una vara de mimbre retorcida por el fuego, lo que había entre nosotros

la muerte no pudo con el resto

Luego los armarios crujieron de noche,

porque toda herida cruje de noche, como un cristal

y toda cosa retorcida por el fuego

ahorca como una polera vieja

Ahora las fotos son dientes que rechinan en la oscuridad

Me estremece el ruido que hace una rama alta de eucaliptus cuando se ladea y parece quebrarse

Es el brazo extendido de mi padre

que aún amaga con caer

porque soy su blanco, el perro hipocondríaco bajo su sombra,

una sombra tan nítida y tan reina

siempre encontrando en la memoria

Su propósito

 

© Laura García Del Castaño

8 comentarios:

  1. Magnífico Laura! El temblor de la memoria, sus astillas, lo que duele olvidar. Te abrazo grande. Alfredo Lemon

    ResponderEliminar
  2. Excelente!!!!!!! Qué imágenes!!!!! Cuánta fuerza!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Totalmente tremendo. Los recuerdos escarban y duelen. Un abrazo. Graciela Barbero

    ResponderEliminar
  4. Duro, hondo poema...estupendo!
    Gracias!

    norma starke

    ResponderEliminar
  5. Conmueve profundamente tu poema Abrazos querida Laurita

    ResponderEliminar