Damocles involuntario
tirado en la cama
a través de la puerta arrancada del cuarto
y de la puerta abierta
que desemboca en el comedor
veo girar el ventilador de pie
como un ojo vertiginoso
mocho
-vigía pobre de mi existencia pobre
-ojo barroco que cumple con la boca
y no con las cosas del ojo
en el espacio que hay entre él y yo
median dos marcos
dos paredes
sin embargo
la parte faltante que debería recubrir sus
paletas
hace que nuestra distancia sea mínima
al realizar su movimiento de izquierda a
derecha y luego recorrer el sentido inverso
sus paletas se alinean un instante con mi
pecho
si se soltara
si cediera un tornillo en ese instante
me digo
cierra los ojos
pernocta
involuntario Damocles
© Jotaele Andrade
Muy bueno!!!! Qué buena la relación que estableciste. Un abrazo.
ResponderEliminarEl transcurso de las palabras en tu poema y la cercanía de tu ventilador cíclope nos hace pensar nuevas formas de fragilidad. Bravo Jotaele! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarExcelente!! Me ocurre parecido con mi ventilador de techo, me sentí en el poema.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
Muy bueno. quién de nosotros no ha vivido esa situación o no ha pensado en que de repente sus cuchillas no solo corten el aire. Aunado a ello el estado anímico de la pobreza que crea monstruos, como la razón.
ResponderEliminarEl ventilador destila ingenio y creatividad. Muy bueno. Un abrazo Graciela Barbero
ResponderEliminarGracias Jotaele siempre por tu poesía!!!
ResponderEliminarnorma starke
Excelente tu poema
ResponderEliminarAbrazos a todes. Gracias, Gustavo! Jotaele
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