Vida, qué linda sos
Yo
quisiera vivir adormecido
en
el suave rumor de la vida.
Sandro Penna
II.
de chico había intuido
que todo aquello
me esperaba
coleccionaba autos
y trenes de plástico
juguetes predilectos
de pobre minotauro
un domingo
para evitar retenes
fuimos en cochemotor
a visitar a los abuelos
el pueblo sitiado por militares
no logró borrar nuestra alegría
los años de plomo transcurrieron
los trenes pasaron y pasaron
un día salí a ver cómo es el mundo
navegué por el mediterráneo
por pequeños mares y canales
del atlántico y el pacífico
vagué por aldeas y ciudades
pero una entre tantas
se volvió querible
levantada sobre las márgenes del rihn
con su catedral y su estación de trenes
furiosos trenes para andar la vida
y entender qué linda sos.
© Guillermo Siles
Como un tren la historia nos cruza en diferentes momentos de la vida y son diferentes. Buena metáfora para tu poema celebrante. Buena vida, vida bendita. Salute! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarMe recordó la pelicula de Roberto Begnini, la lección de amor a la vida que entraña y la invocación de la grandeza que entraña el sólo hecho de vivir, más allá del horror y la crueldad.
ResponderEliminarMuy grato poema,
Walter Mondragón