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16/1/21

Poema de Gladis Domínguez

 


Pena

 

La mañana plural de pajaritos

embiste con melodías el silencio

un racimo de rayos

atraviesan la hendija

pero hoy no me importa.

Sé que no hay nada diferente

en estos días repetidos.

Interminables horas se suceden

da igual si grita la tormenta

o la sutil caricia del viento.

El cansancio me arropa en su entraña

no  me defiendo, no hay piedras

solo arenas que ruedan

dunas y más dunas que lo cubren todo

y apagan el corazón del fuego.

Me ovillo en el centro de la cama

solo la memoria fetal

Calma el tormento.  

 

© Gladis Domínguez

6 comentarios:

  1. Muy bueno. En los últimos tres versos tu ser se cobija y redime. Ilustración precisa de Gustavo. Alfredo Lemon desde Córdoba

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  2. los días de encierro nos lleva al centro de la cama y a la memoria fetal a buscar calma. Muy bueno
    Un abrazo Graciela Barbero

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    Respuestas
    1. Así es Graciela, la memoria fetal nos cobija.
      Gracias por el comentario

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  3. Hola Gladis: un poema donde magistralmente expresaste un momento límite, una caída total en la energía vital por un golpe terrible. Dolorosísimo y excelente Irene Marks

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  4. Hay Días...
    Gracias por tu comentario.
    Abrazo

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