El viejo y la arena
en el bar quedamos pocos
cerca de mí
un viejo inclinado sobre la mesa
tiene los ojos demasiado lejos
adivino en su mirada
una pala que se clava en el tiempo
socavando su base
tomo un sorbo de café
mientras miro ese cuerpo inerme
igual que una piedra sin memoria
las arrugas de sus manos
son como esos dibujos que la bajamar
deja sobre la arena
una mosca se posa en su mesa
y recorre en zigzag uno de sus bordes
la mosca tiene
parece tener
la edad de la arena
el viejo no revela ningún cambio
a juzgar por los resabios de la bajamar
en su piel delgada
ahora mira la mosca
posada en su mano
la mira
como a ese niño que pudo ser
cuando era apenas un viejo de seis años
y sus ojos dos moscas
hurgando en el desierto
ese viejo ha capturado mi mirada
me atrapa esa luz
anclada en su barba
mientras la noche avanza sobre la arena
y alcanza el estado de mosca
© Carlos Dariel
Sutil observación. Me gustó.
ResponderEliminarMuy bien escrito. Felicitaciones. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarExcelente poema
ResponderEliminarCarlos:
ResponderEliminarMuy bueno tu poema! Siempre es bello leerte. Me resultó muy interesante como vas desarrollando lo sucedido con buenas metáforas del hombre, el mar, la mosca. Un entretejido maravilloso. Felicitaciones!
Cariños
Muchas gracias a todes por pasar y comentar.
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