Canción
La luz del desierto
en la línea del horizonte
puede ser
un espejo.
Si pudiera,
tomaría
ese fuego que arde
aún
en algún lugar
de los días:
luna vieja que tragó el agua.
Hacemos una hoguera
como si se tratara de una lengua compartida
de troncos, matorrales
y rastrojos
al borde del mar.
Luna vieja que tragó el agua: así
-dicen- nació el sol.
© Carlos Battilana
eXCELENTE, CARLOS BATTILANA, poeta creacionista, lúdico poema con gradaciones Hoguera-sol, luz-espejo-hermoso.
ResponderEliminarQué hermoso! Lo vi! Gracias y abrazo, Inés legarreta.
ResponderEliminarMuy bueno Carlos, me encanto: "luna vieja que trago el agua". Todo el poema impecable y movilizador.
ResponderEliminarAbrazo
Cristian Jesus Gentile
Qué linda imagen propuesta al final.
ResponderEliminarMagnífico poema Carlos. La luz de los días arde en tus palabras precisas y refulge en el espejo del mar en la luna y la revive. Bravo! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminar"luz del desierto", la luna , el agua, el sol cuántas y bellas imágenes! Y la final! muy buen poema!
ResponderEliminargracias
norma starke
Muy buen poema!!!!!!!!! Cuántas imágenes tan bien logradas!!!
ResponderEliminarEsa "lengua compartida / de troncos, matorrales / y rastrojos" es la de este poema: enciende su fuego y hace nacer su sol.
ResponderEliminarVerónica M Capellino Rando
Hermoso poema, gracias
ResponderEliminarMuy hermoso Carlos! Silvia Durruty
ResponderEliminar