PARA DESPUÉS
Cuando camine solo por calles de la Nada
esperaré encontrarme con mis barrios
queridos:
Palermo en los 60, Boedo de mis desvelos,
y la quietud de Coghlan cerca de mis
latidos.
Saldré a pasear mi sombra de eterno
aburrimiento
por calles y avenidas que fueron y estarán
con vida de otras horas y otra luz, lo
presiento:
Chiclana, Honduras, Bulnes, Agrelo, Del
Tejar…
El sábado, sin duda, vendrá con los
tangueros,
veré a Pugliese, a Arolas, a Piazzolla
tocar
en la casa non-sancta de aire cristobalero
que regentea otra Vasca, de un cielo café
bar.
La tarde del domingo nada tendrá distinto:
arrastrará igual mufa con lánguida cachaza,
y encenderé mi pipa por otra calle Pinto
mientras se aleja el bondi por Crámer y
Pedraza.
© Rubén Derlis
Ruben qué bello paseo por lugares y calles de Buenos Aires. Un poema con un tono porteño que alegra esas calles de la nada. Hermoso.
ResponderEliminarMaju Druille
Me encanta este poema con tu paisaje que gracias a tu mano ahora conozco! Abrazos litorales!
ResponderEliminarPoema urbano, porteño, medular, con música y sentires que nos invitan a un recorrido de lugares y vivencias. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarRubén:
ResponderEliminarInconfundible este "Homoporteñensis" en su tarea de "Vagabarrios".
Un placer desde Agrelo y Boedo!!!
Tere.
Complacido con tu 'Para déspues', es ahora mismo que te mando un abrazo, Rubén!
ResponderEliminarGracias al poeta-amigo Gustavo Tisocco por la difusión de sus pares en la poesía, y a todos los que comentaron estos versitos, como suelo llamarlos por cariño y no en desmedro de los mismos, pues mejor o peor, creo que un poema es siempre lo más alto del espíritu que uno puede entregar (RD)
ResponderEliminarSi hay un porteño posta que la talla por cien/ camina por Boedo y se llama Rubén
ResponderEliminarFelicitaciones
Raúl Pignolino