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6/11/20

Poema de Estela Zanlungo

 


Septiembre

 

El poema decía que el cambio de estación

entibiaría el aire.

Debe ser cierto, porque el gato de enfrente

viene temprano a chuparse una

astilla de luz en la esquina del patio.

 

Yo tengo tiempo para mirar

al gato que se lame la punta de la pata

y se da vuelta cada tanto en este

cuadradito del vidrio

que me revela cosas inasibles.

 

De ser verdad,

si el gato vuelve mañana y repite el ritual de estirarse

para que yo lo mire,

pronto estaré cambiando la lana en el placard

por vestidos floreados y sandalias.

 

En Buenos Aires a estas horas

a uno también le dan ganas de asolearse

como si aquí no hubiese sido necesario salir

a preguntar, que digan qué le hicieron

 y todo fuese mudar a los estantes altos ropa de abrigo,

como si se pudiese poner un pibe al sol 

y revivirlo y decirle a la madre

aquí lo tiene, señora,

no estaba muerto:

sólo esperaba que fuese primavera

para cruzar el río.

 

© Estela Zanlungo

4 comentarios:

  1. Muy bueno. Hermoso final.

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  2. Extraordinario poema, Estela, con la sensibilidad comprometida con el Otro!! Felicitaciones, abrazos!!

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  3. Coincido con Noemí, tremendo poema que parte del interior para proyectar el dolor social...

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